La lengua materna es aquella que los padres enseñan a sus hijos. Se la considera 'muerta' o 'extinta', cuando ningún ser humano vivo se expresa en ese idioma; si bien, en algunos casos son utilizadas como segunda lengua, lengua clásica o litúrgica. Este sería el caso del 'latín', nadie lo habla en la actualidad, pero muchos de sus términos son utilizados con fines científicos o legales, además de ser la lengua oficial de la Iglesia Católica.
Entre los motivos que han llevado a la desaparición de un número importante de léxicos, es posible mencionar la conquista española de América, al inyectar su fuerte influencia cultural; asimismo, guerras o invasiones que hicieron desaparecer, prácticamente a la totalidad de los habitantes de un pueblo que se comunicaban a través de un idioma particular.
Otras causas están relacionadas con desastres naturales o epidemias. Ejemplo de ello, es el idioma 'arauá' en Brasil, donde el sarampión terminó con el último habitante de esa comunidad en el año 1877. Frente a estas adversidades, pueblos completos se extinguen o sus sobrevivientes se trasladan y adhieren a nuevas culturas que los obliga a comunicarse de otra forma.
Lo que podría suceder en Indonesia, luego del último tsunami sufrido en ese país.
Las razones económicas y culturales son las que se presentan con más frecuencia en la actualidad. La presión que ejerce por ejemplo, el idioma inglés como instrumento que posibilita ingresar al mundo laboral, hace que muchos padres dejen de enseñar a sus hijos la lengua materna, en pos del aprendizaje de otra de más amplia difusión, que le asegure un mayor desarrollo a futuro. En algunos casos, bastan dos generaciones para que se extinga por completo. Esto es muy común en Brasil, donde pequeñas comunidades están dejando de lado sus dialectos originales por el portugués.
De un total de poco más de 6.000 lenguas que se hablan hoy, su distribución geográfica es la siguiente: en Asia se concentra el 33%; África, el 30%; la costa del Pacífico, 19%, América, 15% y Europa, el 3%.
Los idiomas más hablados del mundo, son: el chino mandarín con 1.000 millones de personas (como primera y segunda lengua); le sigue el español con 358 millones; en tercer lugar el inglés con 340 millones; árabe, 206 millones y el hindú, 180 millones de hablantes. La lista continúa con el bengalí, portugués, ruso, japonés, alemán.
El francés, ubicado en el lugar 18, es utilizado por 65 millones de personas; cifra que alcanza los 115 millones si se tiene en cuenta aquellos que lo poseen como segunda lengua. Le sigue el italiano con 62 millones.
Con más frecuencia de la que se cree, diversas lenguas van desapareciendo porque sólo son comunes a un grupo muy reducido de personas, y a medida que ellas fallecen, el idioma se pierde por completo.
Los más amenazados por el restringido número de seres humanos que aún lo usan, son: el 'capaya' con aproximadamente 5.000 hablantes en Ecuador, el que se sustituye paulatinamente por el idioma español. El 'walmajarri', en Australia Occidental; la comunidad originariamente vivía en el Gran Desierto de Arena y las estaciones del ganado los llevaron a dispersarse en áreas mucho más amplias, perdiendo contacto y recibiendo la influencia de lenguas vecinas, lo que llevó a que en el presente, queden unos 1.000 habitantes que se comunican mediante esa lengua. El 'miwok', idioma de una tribu india de California, cuenta con cuatro personas vivas.
En Argentina, ya casi perdida por completo, la lengua 'tehuelche' perteneciente al grupo chon, hablada por una pueblo que durante varios siglos habitó la Patagonia, y el 'puelche', dialecto de los gününa-këna, que ocuparon el norte de Chubut, cuyos descendientes se dedican hoy a la cría de cabras en las mismas zonas que sus antepasados, pero en un número muy reducido.