Muse decidió apartarse de las influencias de la Música electrónica y volver darle un rol protagónico a las guitarras en su último disco porque su repertorio "se estaba haciendo más y más difícil de tocar en vivo". La banda publicó su séptimo álbum 'Drones' este mes, que vendió 73 mil copias durante la primera semana y se convirtió en el quinto disco del grupo en llegar al puesto número en ventas en el Reino Unido.



El bajista Chris Wolstenholme aseguró en una entrevista que junto a sus compañeros decidieron retomar el sonido que la banda tenía en los discos anteriores a 'The 2nd Law', de 2012, y 'The Resistance', publicado en 2009.

Esto se debe a que esa influencia electrónica que se mostró en los últimos dos álbumes era difícil de trasladar a los shows en vivo.

Precisamente, Wolstenholme dijo: "Llegamos a un punto donde las cosas se estaban haciendo más y más complicadas para tocar en vivo. Era un verdadero dolor de cabeza con ciertas canciones del último disco para tratar de poder adaptar todos los arreglos y hacer que funcionen en vivo".



En relación a los álbumes anteriores a 'Drones', el bajista explicó que la banda se había alejado cada vez más del sonido de un simple trío de rock. Considera que en el desarrollo de esos seis discos, se hicieron presentes, por una parte, las influencias de la música clásica y, fundamentalmente, las influencias de la música electrónica.

Incluso el músico afirmó que si el grupo hubiese continuado avanzando en esa dirección, definitivamente se habría convertido en una banda electrónica.

Con respecto a la forma en que se desarrollaron las canciones de su último álbum, Wolstenholme comentó que Muse buscó volver a un punto de partida. Simplemente se concentraron en ver qué tan lejos podían llegar siendo un simple trío de guitarra, batería y bajo.



Matt Bellamy, por su parte, había comentado en una entrevista que dio semanas antes del lanzamiento del último material de la banda, que 'Drones' es el mejor álbum de Muse. En esa oportunidad también había dado una descripción del sonido de las canciones, anticipando que las canciones tendrían un estilo propio de un grupo de rock.