Por la hegemonía escénica de los guitarristas y vocalistas, se suele subestimar la importancia de los bajistas dentro de una banda. Sin embargo, un estudio de la Universidad de McMaster de Canadá reveló que los ejecutantes del instrumento de (generalmente) cuatro cuerdas tienen un rol mucho más importante de lo que se suele pensar.

El estudio destacó que nuestros cerebros tienen más facilidad para encontrar el sentido rítmico de una canción cuando éste contiene notas graves. La investigación tomó en cuenta a varios participantes que tenían vinculado un monitor de actividad cerebral.

Posteriormente fueron expuestos a una serie de notas de piano, tanto en octavas más graves como en otras más agudas. De esta manera, se encontró que la gente notaba con más facilidad los errores en las notas más graves (que corresponden a las octavas de un bajo).

En otra instancia, se pidió a los participantes del estudio que trataran de marcar un tempo, golpeando con las manos, que correspondiera a una serie de notas. También en esta ocasión se destacó la importancia de las frecuencias más bajas, ya que, cuando aparecieron las notas más graves, las personas pudieron encontrar mejor un tempo.

Por esto, se demostró que el bajo es realmente una guía importantísima para darle un sentido rítmico a cualquier canción.

Por otra parte, una investigación realizada el año pasado en la Universidad de Northwestern demostró que la Música en la que predominan las notas graves suelen dar una sensación de poder y dominancia al oyente.

Al concluir la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron los primeros modelos de bajos eléctricos similares a los que hoy existen.

Desde entonces, ese instrumento se volvió indispensable en la mayoría de los géneros musicales modernos. Además, también fueron aparecieron distintas técnicas que, al aplicarse en la ejecución del bajo, lograron dar nuevos resultados verdaderamente impresionantes, llenando muchos espacios que quedaban vacíos con sólo guitarra, voz y batería.

Sería imposible imaginar la música de los últimos 60 años sin bajo y, aunque estén frecuentemente subestimados, los ejecutantes del bajo cumplen un rol fundamental. Sin embargo, esto no los exime de ponerse a practicar. En cambio, ahora que conocen su importancia, deberían disfrutarla y llevarla con responsabilidad.