Se cumplen tres meses de la tragedia de Time Warp, el festival electrónico 'indoor' más importante del mundo, donde murieron cinco jóvenes al ingerir varias pastillas de éxtasis, que mezclaron con otras sustancias. La desgracia tuvo una buena consecuencia: la sociedad se enteró de la gravedad del problema y de la gran cantidad de drogas sintéticas que se consumen en el país. La justicia tomó la decisión de prohibir los festivales electrónicos temporalmente, pero eso no disminuyó el negocio.
El tráfico de pastillas sintéticas sigue como si nada, es más, todos los día se registran nuevas píldoras de éxtasis bajo nombres inocentes y divertidos como 'fantasma violeta', 'minion'.
'Bob esponja', 'Batman negra', 'Superman'. Esas píldoras vienen con el doble de toxicidad que las se vendían hasta hace unos meses. Sucede que los jóvenes quieren vivir experiencias más fuertes y están dispuestos a pagar lo que sea por ello. Entonces el Narcotráfico fabrica pastillas más duras, para cobrar fortunas por ellas.
El problema es que los jóvenes encuentran divertido drogarse con esas píldoras y argumentan que para comprender mejor a la música electrónica, deben ingerir esas pastillas. Son chicos de clase alta que durante la semana tienen un actividad económica exitosa, tienen estudios universitarios y son fanáticos de la música trance. Los fines de semana creen que el mejor plan es ir a un festival electrónico, tomar bebidas energizantes y acompañarlas con éxtasis.
Time Warp sirvió de advertencia a los padres, para que hablen del tema con sus hijos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen unos 250 millones de drogadictos en el planeta. Todos los años mueren más de 200 mil enfermos por esa causa. La droga que más se consume es la marihuana y también se advierte un incremento en las ventas de heroína, una sustancia que volvió más destructiva que antes. También se puede mencionar al alcohol como la droga que más se vende.Además hay unos 30 millones de drogadependientes a nivel global, que contrajeron SIDA y/o Hepatitis C .
