El 24 de Marzo de 1976, cuando los militares golpearon una vez más al pueblo argentino, representó el botón de la máquina neo-liberal, puesta a todo vapor, para terminar de implementar un modelo político-económico, propio para los sectores que desde 1880 habían establecido el sistema agro-exportador. No fue sólo un golpe militar. Fue además un golpe sectorial de las clases altas, a las que sin dudas pertenecían los altos cargos del ejército, como así también los grandes terratenientes, la cúpula de la iglesia católica Argentina y sectores empresariales de la alta burguesía argentina.

Estaba en juego la posibilidad de abrir el país a las mayorías o cerrarlo para quienes siguieron tomando la sartén por el mango, como decía María Elena Walsh. Pero como la historia no está escrita, y los hechos son imborrables para los pueblos, inevitablemente, al margen de las masacres, del genocidio, de los exiliados y de los presos, su enemigo mas íntimo con el que conviven a diario, los empezó a derrotar: la inmoralidad.

Ayer, 24 de marzo de 2015, a 39 años del golpe, Buenos Aires, recibió dos marchas, que en definitiva expresaban lo mismo. Una que respondió a sectores afines al gobierno, en la que Estela de Carlotto cerró con un discurso claro y conciso. La otra que fue cerrada por Ramal, del Partido Obrero, que agregó detalles para consignas que apuntan en la misma dirección.

El documento elaborado por los sectores de DD. HH. afines al gobierno, instó a profundizar en la justicia los casos de civiles implicados directamente con el aparato militar; se remarcó que sin la colaboración de los grandes monstruos mediáticos no se hubiera podido llevar a cabo el plan de exterminio de la dictadura cívico militar contra las distintas organizaciones sociales.

Se hicieron presentes los nombres de las víctimas de la violencia institucional, como Bru, Kosteki, Santillán, Julio López, Bulacio y Arruga y se pidió por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa en México. Se hizo referencia a los ataques imperialistas a Venezuela y quedó claro que si Milani, jefe de las Fuerzas Armadas, es hallado culpable por delitos de lesa humanidad, debe ser retirado de su cargo y cumplir la condena que la justicia imponga.

Con respecto a Macri, se cuestionó el uso de las picanas eléctricas en forma de pistola Taser para equipar a la policía metropolitana, y se pronunciaron a favor de la derogación de la ley antiterrorista.

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo afirmó seguir con la lucha por la restitución de los nietos, que ya lleva a 600 militares condenados y 900 procesados y criticó los fallos judiciales contra Blaquier, Magnetto, Herrera de Noble y Massot, siendo estos casos una muestra de la defensa corporativa para garantizar la impunidad a los civiles del genocidio.

Pidió al pueblo votar con la memoria, para las próximas presidenciales.

Por su parte, el encuentro de Memoria, Verdad y Justicia, junto a los partidos de la izquierda tradicional, marcharon con ciertos reclamos al gobierno nacional, como la baja del General César Milani y del secretario de seguridad Sergio Berni, además de mencionar el encubrimiento del Estado en el caso AMIA y en la creación de una comisión investigadora independiente.

No se olvidaron del Fino Palacios, ni de las políticas represivas implementadas en la ciudad por el jefe de gobierno, Mauricio Macri y declararon su independencia del gobierno de turno.

Juicio y castigo a los responsables del terrorismo de Estado. ¡30 mil compañeros desaparecidos presentes! ¡Ahora y Siempre!