La carrera presidencial que se lanzó a comienzos de este año de cara a las próximas elecciones parece no tener fin y en el Frente Para la Victoria no hay un horizonte claro sobre quién será el principal candidato para continuar con el legado de Cristina Fernández de Kirchner, que pidió a sus compañeros de partido que reduzcan el número de postulaciones.
El debilitamiento del kirchnerismo es evidente en los conflictos internos que comienzan a resquebrajar lentamente el proyecto nacional y popular que lleva más de diez años en el poder y que hoy enfrenta su mayor miedo, que es encontrar el sucesor de Cristina en el poder.
Y es que los precandidatos superan en ciertos distritos la decena y no hacen más que dividir aún más a los posibles votantes. En la provincia de Buenos Aires por ejemplo, la lista incluye a Julián Dominguez, Aníbal Fernández, Diego Bossio, Fernando Espinoza y Martín Sabbatella, entre otros.
Mientras tanto, en la carrera presidencial se mantienen firmes como precandidatos a presentarse el nueve de agosto, Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Agustín Rossi, Sergio Urribarri y Jorge Taiana, pese al pedido expreso de la Presidenta de reducir las postulaciones.
Con el anuncio de Cristina en plena cadena nacional los precandidatos salieron a justificar sus candidaturas sin revelar ninguna baja para las PASO de agosto.
El primero de ellos fue Scioli, que defendió su candidatura y resaltó que el kirchnerismo tiene "grandes jinetes", a la vez que expresó su deseo porque "en las primarias se resuelvan las candidaturas".
Por su parte, Florencio Randazzo dijo estar "absolutamente de acuerdo con el mensaje de la Presidenta", pero sin embargo agregó que "pretendemos participar en la primaria" y resaltó a Scioli como su principal competidor, aunque también estableció que "los argentinos decidirán".
"Vengo sosteniendo hace tiempo que el poder económico y mediático impulsa candidatos y los protege", sentenció Randazzo, y además planteó: "comparto con la Presidenta que quien sea candidato de esta fuerza política debe ser un hombre que tenga poca preocupación por las tapas de los diarios sino por seguir adelante con las políticas impulsadas por este Gobierno".
Quizás el más duro fue Aníbal Fernández, que declaró que quienes vienen abajo en las encuestas deberían "dar un paso al costado", y señaló que deberían presentarse "en otra oportunidad". Sentenció además que deberían ser "dos fórmulas para la presidencial" y "tres o cuatro para las provinciales".
Faltando solamente tres meses para las primarias que determinarán quiénes pueden postularse tanto a presidente como a gobernador de la provincia de Buenos Aires, las divisiones en el interior del kirchnerismo parecen no salvarse y todos quieren conservar algo a la salida de Cristina a fin de año.
Sin embargo, estos cruces no parecen beneficiar al partido que supo gobernar y consolidarse como principal fuerza política en la última década. ¿Por qué, pese al discurso oficial de la jefa de Estado, nadie quiere ceder su lugar? ¿Será que el proyecto nacional y popular ya no está ni unido, ni organizado? La respuesta estará en las urnas.