El reñido y muy ajustado triunfo en el ballotage entre Horacio Larreta y Martín Losteau (ECO) , pese a que permite al PRO retener el Gobierno de la CABA, le quita importantes posibilidades a Mauricio Macri para consolidarse en el país como pre candidato a Presidente de la Nación.

De hecho, la apretada victoria de Larreta fue un impacto negativo, un sabor amargo que mina la figura del Jefe del PRO, quien no obtuvo ningún éxito en las provincias de Salta, Mendoza, Santa Fe, Córdoba y Tierra del Fuego, donde aún aliado con el radicalismo y fuerzas comunales fue derrotado en todas las elecciones efectuadas hasta ahora.

Tras los globitos de turno se contradijo, pero las mentiras tienen patas cortas.

El festejo de Larreta en Costa Salguero no se acompañó de tantos globitos como acostumbra el Pro a lanzar en el escenario y a sus acólitos. Tampoco esta vez Macri optó por bailar tanto ni tan mal como siempre. Fue su rostro el que se mostró desencajado.

Mauricio tomó en la ocasión el micrófono para contradecirse, hizo un giro total en su discurso que es muy difícil de admitir como verdaderamente sentido, cuando ya está atado de pies y manos al neoliberalismo y conservadurismo internacional y al grupo monopólico Clarín. No hay vuelta atrás. Se le hizo tarde.

El pacto del PRO de recortar el gasto social, de hacer un fuerte ajuste y privatizarlo todo, si llega a presidir los destinos de la Nación, ya está acordado principalmente con Estados Unidos y Alemania.Si da un vuelco a su postura, Macri corre el riesgo de quedarse sin apoyo internacional ni de las multinacionales y de la oligarquía Argentina.

Caradurismo. En su consternación, sin embargo,en Costa Salguero, Mauricio no tuvo empacho en hablar como si fuera un peronista.Centrado en temas nacionales, retomó su campaña proselitista a las elecciones presidenciales, y obviando el escaso margen de votos que favorecieron a Larreta.

Afirmó que Aerolíneas Argentinas e YPF continuarán siendo del Estado, que se mantendrá la Asignación Universal por Hijo y que las jubilaciones seguirán administradas por la ANSES.

Cuesta creerle cuando reiteró en muchísimas oportunidades en los medios de Clarín su ataque a todas las acciones kirchneristas; indudablemente, tendrá que hacer una circunvalación de 360 grados en su estrategia de marketing.

Además, cabe recordar que los parlamentarios macristas en el Congreso votaron en contra de la estatización de YPF y Aerolíneas, mientras arengaron sin satisfacción a favor de la jubilación privada.

Quiso ganar solo y pagó su costo. Justificaciones.

Macri no aceptó a Losteau cuando éste se ofreció a aliarse a su partido y rechazó cualquier acercamiento con el massismo; sin admitir ambas alianzas no le alcanza hoy para instalar su partido en todo el ámbito nacional y, menos, con un discurso que contraría sus principios ideológicos.

El Jefe de Gobierno Marcos Peña salió a justificarlo. Dijo que no tienen problema en reconocer el cambio abrupto de conceptos emitidos por su Jefe porque en algún momento Mauricio pensó otra cosa.

Sostuvo que lo que quiere Macri es expandir YPF y que cree en un Estado fuerte, no privatizador. También que instrumentará herramientas de trabajo para mejorar lo ya hecho en Aerolíneas.

El radicalismo de Buenos Aires se le viene en contra. Por último, respecto a las próximas internas a Presidente de la Nación, el radical Ernesto Sanz que acabó apoyando a Losteau, se ha visto fortalecido con la estrecha victoria de Larreta, y ensancha su pecho con la esperanza de ganarle a Macri acompañado del radicalismo porteño.

Sanz está decidido a jugar fuerte en las PASO y aseguró que competirá para ganar sin ahorrar críticas contra Macri.