El primero de agosto cumplí 1 año fuera de Argentina y entre felicidad, tristeza y melancolía me pregunté si eso que me pasaba a mí, también le ocurría a todos aquellos que por algún motivo u otro, se habían ido del país. Entonces se me ocurrió hacer una encuesta por Facebook en los grupos y pàginas de “argentinos fuera del país”. Las preguntas fueros dos: ¿Qué es lo que más extrañas? y ¿Por qué te fuiste de Argentina?

Las respuestas las estructuraré en dos notas. En la primera parte hablaré sobre aquello que más extrañamos los que vivimos lejos de nuestra querida patria.

Para empezar me parece importante definir “extrañar”. Para la Real Academia Española tiene ocho significados. Entre ellas se encuentra desterrar a país extranjero y echar de menos a alguien o algo, sentir su falta. Sin dudas estás dos son las que más se relacionan con aquellos que nosotros, los emigrantes, sentimos.

No hace falta decir que la familia, los amigos y el barrio ocupan el primer puesto. Algunos lo definieron así: “La gente buena onda en todas partes (el chofer del colectivo, el dueño del almacén, el barrendero de la calle, etc.)”.

En segundo lugar está la comida: asado, milanesas, pizzas, empanadas, los quesos, el helado, las pastas, las facturas y los bizcochitos para el mate. Las cosas dulces en general: masas secas, masas finas, palmeritas, pepas de batata, grisines de queso y cremonas.

En el tercer puesto esta la bebida: la cerveza argentina, el clásico fernet y algunas gaseosas que no se encuentran en otros países y hasta el café, con su clásico aroma.

Se podría decir que en el cuarto puesta está la vida nocturna. La peculiar noche argentina, que nunca acaba, aquella que se extiende hasta el amanecer y termina en un lugar de comidas rápidas para matar el hambre.

En este lugar se encuentran las fiestas en las casas, las reuniones tranquilas e inprovisadas y hasta el cortar la calle para celebrar algún tipo de evento.

Luego tenemos la cultura. El típico rock nacional, que si está acompañado de amigos mejor, los recitales, teatros y en este grupo podríamos agregar el fútbol y todo lo que esto implica para un argentino.

Finalmente tenemos las cosas más insólitas, esas que valorar cuando estás lejos, de las que antes no te habías percatado pero ahora toman otro sentido. Por ejemplo: las tardes y noches de calor, que los negocios estén abiertos hasta tarde, el delivery. La ciudad en general y porque no, la atención que hay en los bares y restaurantes (hasta el pan se extraña). La televisión argentina, con aquellos programas característicos.

Si vos (sí, el que está leyendo) te encuentras en Argentina, te pido un favor, aprovechá y disfrutá por todos nosotros, aquello que tanto extrañamos. Tal vez es una buena oportunidad para valorar todas esas cosas que tenemos y de alguna manera nos define como país y personas.

Por otro lado, a aquellos extranjeros que están leyendo esta nota, les propongo aumentar la lista y comentar con aquello que les produce melancolía. ¿Qué es lo que más extrañas de Argentina?

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