Estamos nuevamente viviendo los tiempos de la represion, la censura, la mentira y lucha de clases. Lo increíble es que no está pasando en un Gobierno de facto, donde se toma el poder a la fuerza, esta vez legitimada por un acompañamiento en las urnas por el 51 % del electorado. Si es sin dudas una dictadura elegida en forma democrática.
Parece un poco aventurado afirmar eso, pero los hechos lo comprueban, lo están ratificando, con la complicidad de una corporación mediática, que no solo es el Grupo Clarín, sino varios canales de noticias, medios gráficos, páginas en internet,
Pero lo realmente triste es el silencio de una parte de la sociedad que cree que se va por buen camino, que los despidos son necesarios, estigmatizando a todos los cesanteadoscomo "ñoquis", "vagos", "militontos", que celebran las represiones que hemos visto como necesarias, porque si no se puede circular en las calles, que les parece que los periodistas que piensan diferentes sean echados de sus trabajos, porque ganan mucho y la gestión kirchnerista les pagó de más.
Puede que tenga que ver que a una parte de la gente todavía no les toca, no han sido despedidos, no han sido reprimidos y eso hace que la falta de solidaridad con el semejante sea moneda corriente. Pero todo tiene que ver con todo, como muchas veces se ha dicho, una persona que pierde su empleo, es una persona que no compra ropa, consume menos alimentos, sale a recrearse mucho menos, invierte menos en la educación de sus hijos, etc., y si eso lo multiplicamos por 10000 cesanteados ya en estos momentos y los que se piensan cesantear, las consecuencias pueden ser catastróficas.
¿Por qué afirmo que vivimos en una dictadura elegida en forma democrática? Por los hechos, obviamente, eliminar o intentar eliminar la Ley de Medios como se está haciendo con decretos de necesidad y urgencia, introducir dos ministros para la Suprema Corte por decreto en vez de pasar como corresponde por el Senado, silenciar periodistas quitando la pauta estatal a los medios para los cuales trabajan, en Jujuy arrebatarles el dinero para los proyectos sociales.
Desfinanciar a la ciencia argentina, despidiendo a los científicos y técnicos del ARSAT, quitar los subsidios de los servicios públicos en forma intempestiva sin hacer los estudios previos pertinentes salvo achicar los gastos.
¿Sigo? podríamos mencionar la transferencia de recursos a las personas que más tienen, con la quita de retenciones a las exportaciones, devaluación de más del 40 % que solo beneficia a la patria sojera, a la agroindustria, reduciendo en más del 60 % el poder adquisitivo del salario, tratar de "grasa" a la participación politica popular, justificando los despidos a los empleados estatales por el color partidario que pueda tener sin fijarse en la capacidad de cada uno de ellos.
Esta es una opinión de una persona con 41 años de edad, que puede comparar los diferentes gobiernos que han pasado desde 1983, que ve los últimos 12 años de la anterior gestión, donde muchas cosas que se ven ahora no pasaban, como la represión salvajes que se ha visto en menos de un mes, donde para nombrar jueces de la Suprema Corte pasaron antes por el Congreso, donde hubo pluralidad de medios, hombres y mujeres de la prensa que pudieron opinar en contra de la anterior presidenta y nunca les falto el trabajo.
Y quizás me falta algo más, el encarcelamiento de una parlamentaría, activista social como es Milagro Sala, mostrando que este gobieron ya tiene a su prisionero político.