Los tres criminales fugados del penal de General Alvear, los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Victor Schillaci están en la cima de la lista de los delicuentes más buscados por Intepol. Allí figuran sus nombres, sus fotos y una breve descripción de ellos. Se ofrece una recompensa de 2 millones de pesos a quien aporte datos sobre estos criminales.

Un operativo extraordinario está detrás: 600 efectivos de fuerzas como la Policía Federal, el Grupo Halcón, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y la mismísima Interpol, los buscan intensamente.

Las autoridades recibieron cientos de llamados de gente que dice haberlos visto, pero la pista más fuerte hasta ahora es que ellos podrían estar en la provincia de San Juan.

Esta historia comenzó el 13 de agosto de 2008 cuando aparecieron tres cadáveres calcinados en la localidad bonaerense de General Rodriguez y la justicia determinó que los autores fueron los hoy prófugos Schillaci y los hermanos Lanatta. Fueron condenados a prisión perpetua, pero el domingo 27 de diciembre a las 2.30 de la madrugada los tres asesinos se escaparon de la cárcel de máxima seguridad de General Alvear, en circunstancias poco claras. La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, Eugenia Vidal, cree que esto se dió con complicidad de las autoridades carcelarias, por lo que intervino el penal y decidió la remoción de los responsables del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

Este famoso caso policial dejó al descubierto el tráfico de efedrina en nuestro país, se sospecha de la complicidad con el narcotráfico al ex funcionario Aníbal Fernandez, y el aporte de dinero ilegal a la campaña presidencial de Cristina Kirchner en 2007, por la gravedad de los hechos, la sociedad Argentina se encuentra conmocionada y temerosa.

Se teme que los acusados que todo esto se trate de una trampa, y que en realidad los dejaron salir para después matarlos en la calle. El tiempo dirá si esta teoría es verídica y tratar de entender a quién le conviene que los prófugos aparezcan sin vida.