Cuando por decreto no se admite jurídicamente el despido de empleados de planta permanente, la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, no tuvo reparos en firmarlo para dejar en la calle a 2035 personas, entre gente con experiencia y antigüedad, además de contratada.

Pero la oleada masiva de desempleo continúa en otros organismos: el Centro Cultural Kirchner queda sin más de 600 agentes del área técnica; el Banco Nación echó a decenas de trabajadores técnicos y administrativos con 12 años de antigüedad, incluyendo a mujeres embarazadas.

En el Afsca, como era de esperar por su disolución, se concretaron cesantías por decenas, sumándose una fuerte persecución ideológica, aun contra quienes cumplían funciones en el Comfer, entidad anulada por el anterior Gobierno y cuyos empleados nada tenían que ver con la gestión kirchnerista, habiendo sido absorbidos por el Afsca al momento de su creación.

Bajas en Centro Cultural Kirchner. Son más de 600 contratos de asistencia técnica que la entidad suscribió con las universidades nacionales de San Martín, 3 de Febrero y La Matanza y que significan el 85% de los convenios.El anuncio lo formuló Hernán Lombardi, ministro del del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, en desacuerdo con suscribir convenios con expertos universitarios que se hicieron “discrecionalmente”.

Cada caso del 15% restante, será evaluado conforme a las normas del Ministerio de Modernización, y “algunos serán renovados por uno a tres meses” si confirma que su tarea es pertinente.A los hasta ahora asariados se les prohibió ingresar al Centro, que se cerrará bajo el pretexto de que entrará en vacaciones para proceder a su reorganización; al macrismo no le interesa que conserve el nombre del ex presidente.

Banco Nación. Los trabajadores descartados por orden de Macri se desempeñaban en las áreas de Fideicomisos, Nación Factoring, Nación Leasing, Nación Seguros, Pellegrini S.A., Nación Bursátil y Nación Servicios. Recibieron los telegramas de desvinculación en Navidad. La recesión laboral continuará, iniciándose por los nombrados por el kirchnerismo.

Afsca. Los empleados denunciaron que los desafectados son superiores a los declarados por el Gobierno. Pudieron ingresar al organismo solo quienes recibieron una “invitación especial”, según una lista cuyo contenido no se divulgó.Excusas de Michetti. La vicepresidenta dijo que desafectó a la “planta política”, que ocasionaba un gasto presupuestario que alcanzaba al 80%.

“Sería un déficit de 570 millones de pesos”, añadió.Contrató una auditoría de la UBA para analizar 2317 recategorizaciones.

El gremialismo. La denuncia de la vicepresidenta para proceder a la desactivación laboral no presentó fundamentos ni elementos, y para revisar los legajos de planta tendría que haber convocado a los gremios, alertó el Secretariado General del Poder Legislativo.ATE, a través de su secretario general, Claudio Britos, adelantó que no permitirá el “atropello inconstitucional” y sin llevar la cuestión a paritarias; el sindicato se encuentra en estado de alerta y movilización.