El 1 de marzo el Congreso Nacional abre las sesiones ordinarias y el presidente Mauricio Macri quiere asombrar a todos con un cambio de imagen: su discurso de 45 minutos estará dirigido a la clase baja y a la clase media de nuestro país. La primera medida es que la Asignación Universal por Hijo (AUH) llegue a los monotributistas y la otra medida consiste en descontar el IVA a la Canasta Básica de los que reciben planes sociales.

Con estas acciones, Macri quiere quitarse la imagen de que es un mandatario que sólo gobierna para los sectores acomodados.

También busca compensar el descontento que genera en la sociedad hechos como la inflación desmedida, los despidos estatales, los precios descontrolados y la devaluación permanente.

También tocará temas como el narcotráfico, la pobreza y la inseguridad. Para luchar contra estos flagelos, Macri quiere hacer cambios en el Consejo de la Magistratura, que es la institución que nombra jueces. Él cree que desde ese lugar se puede contrarrestar la corrupción actual y darle transparencia a los órganos del Estado. El presidente no perderá la oportunidad de criticar la gestión anterior y comunicar cuánto lo perjudica la herencia recibida. Aunque sus asesores le advirtieron que no se detenga mucho en eso porque perjudicaría su imagen.

El Congreso de la Nación siempre fue un terreno hostil a Macri. Por lo que el mandatario aprovechará la ocasión para dirigirse a los sectores más vulnerables de la sociedad, de esa manera se sacará de encima los prejuicios que se tienen sobre él y que muy bien aprovecha la oposición.

Desde las redes sociales, los macristas convocan a la ciudadanía a acompañar al mandatario en este tradicional discurso, argumentando que es un día muy importante para el país, porque se inicia la actividad parlamentaria.

El objetivo general es que esté presente la oposición, ya que Macri quiere "conquistarlos". El presidente, además quiere dar un mensaje de unión y fraternidad en su primer discurso de apertura del Congreso.