Bajo un extremo operativo de seguridad, el presidente norteamericano Barack Obama visitará Argentina por primera vez. Su avión llegará al aeropuerto de Ezeiza esta noche y serárecibido por la canciller Susana Malcorra. Mañana, a las nueve de la mañana, se encontrará con el presidente Maurico Macri en la Casa Rosada. Antes tendrán una reunión a solas, luego otra acompañados de funcionarios de ambos lados. Después, juntos darán una conferencia de prensa donde cada uno responderá cuatro preguntas, dos a la prensa Argentina y las otras dos estarán destinadas a medios internacionales.
A las 14hs, el mandatario estadounidense se presentará en la Catedral Metropolitana y dejará un ramo de flores a los restos del General San Martín, para luego dirigirse a la Embajada de Estados Unidos. Además tiene previsto dar una charla dirigida a jóvenes empresarios, en la Usina del Arte, en el barrio porteño de La Boca. Se prevé que el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta, le entregue al mandatario estadounidense las llaves de la ciudad.
A la noche, Macri ofrecerá a Obama una cena con 400 invitados, en el Centro Cultural Kirchner, específicamente en el Salón de los Escudos, ubicado en el segundo piso de ese edificio.
"La Bestia" , de @POTUS , este mediodía en Libertador y Cerrito, cargando nafta , más 4 camionetas de su seguridad . pic.twitter.com/5bCV8SsucF
— Gabriel Iezzi (@gabrieliezzi) 20 de marzo de 2016
Eljueves24 de marzo, a 40 años del golpe militar, ambos mandatarios estarán en el Parque de la Memoria, donde Obama mostrará sus respetos por tal acontecimiento.
El evento será presenciado por representantes de los Derechos Humanos. Luego el jefe de estado norteamericano se irá a descansar a Bariloche junto con su esposa Michelle y sus hijas, Sasha y Malia. El Presidente lo seguirá para pasar Semana Santa con su mujer, Juliana Awada, y su pequeña hija Antonia.
La noche del jueves, Barack Obama estaría volando de regreso a Washington, alrededor de las 23.30.La visita del mandatario norteamericano representa para nuestro país una nueva etapa en las relaciones con Estados Unidos, un vínculo que estuvo roto durante todo el gobierno kirchnerista (2003-2015).