Alfonso Prat-Gay quien era ministro de economía y pieza fundamental del gabinete de Macri, fue despedido por pedido del presidente.
Según afirmó el mismo Marcos Peña, en conferencia de prensa, "el presidente Macri le pidió la renuncia, y almorzará con él hoy mismo". Al parecer el ministro Prat Gay tenía grandes diferencias con los otros departamentos de planeamiento del gabinete de Cambiemos, especialmente en el punto de vista de lo referido a Ganancias.
El ministro Prat-Gay llevaba apenas un poco más de un año siendo parte del gabinete de Macri y pieza fundamental, y entre sus logros estaba la salida del cepo e intento de frenar la inflación pero con escasos resultado hasta el momento.
Se confirmó que los que tomaran su lugar serán Nicolás Dujovne y Luis Caputo, y que el ministerio que dividirán el área en dos, economía y finanzas. Ambos forman parte de cambiemos y asistían anteriormente a Prat-Gay.
Esta polémica resulta aún más, por ser la segunda salida de un fu en un corto plazo, de un funcionario de Macri, el primero fue la salida de Isela Costantini, quien fue presidente de Aerolíneas y que hizo un trabajo pulcro y de excelencia devolviendo a Aerolíneas Argentinas un gran servicio, rentabilidad y un funcionamiento respetable. Sin embargo, dejó su cargo, ya que las malas lenguas dicen que la obligaron a renunciar, por la posibilidad de privatizar aerolíneas en futuro. Lo que representa un error fatal que la funcionaria no podía aceptar.
Contrario a lo que parezca para la opinión popular Prat-Gay, era bastante gradual y un gran economista de planeamiento preciso, pero sus reemplazantes podrían tomar decisiones mucho más drásticas.
Aparentemente, el gabinete de Macri está empezando a tener diferencias entre lo que representa objetividad en decisiones que a mediano y largo plazo lograrán resultados óptimos, y las decisiones populares que funcionan al corto plazo pero funcionan como parche únicamente, y no como una solución definitiva, pero Macri está en busca de ganarse la opinión popular para las elecciones de 2017.
Sin duda esto genera un panorama de inestabilidad para Cambiemos, para lo que será necesario establecer correctamente cuáles serán las reglas de juego para el próximo año.