En el marco del Calendario Nacional de Vacunación, que es uno de los más importantes del mundo, tanto por su cantidad, atributos y gratuidad, el gobierno argentino inició la distribución y aplicación de la primera partida recibida de vacunas antigripales. Son más de un millón de dosis, de un total de 8,8 millones adquiridas por 517 millones de pesos.
De calidad incuestionable, esta vacuna es la última reformulada para contrarrestar a la cepa del virus de influenza que en la actualidad circula en Estados Unidos, donde se registró un elevado número de internaciones de quienes no accedieron a ella por falta de cobertura médica.
La ausencia de asistencia en Salud no es el caso de la Argentina, que se ocupa de que lleguen las dosis a todos los establecimientos asistenciales del país de atención gratuita, obras sociales y medicina pre-paga.
Destinatarios. Es para niños, embarazadas, mayores de 65 años y personal sanitario. Los hospitales públicos brindan el servicio sin cargo, junto con 8.600 vacunatorios de la red pública de todas las jurisdicciones nacional, provincial y municipal. A su vez, el Pami (obra social de los jubilados) las administra exclusivamente a sus afiliados.
La inoculación contra la influenza fue incorporada en 2011 al Calendario Nacional de Vacunación Universal Obligatoria y Gratuita, que se completa con 19 vacunas para neutralizar diferentes males en la totalidad de las etapas de la vida.
Los candidatos a presidir la Nación, Mauricio Macri y Sergio Massa, sin decirlo abiertamente, piensan quitar vacunas de circulación, siempre con el interés puesto en recortar "gastos" en salud y educación.
En 2014, se anexaron las vacunas contra el rotavirus y la varicela; en 2015, para la prevención de la meningitis. Respecto a esta última enfermedad, Argentina se ha convertido en el primer país latinoamericano en integrarla para chicos de menos de un año de edad.
La antigripal es obligatoria en determinados casos. Anualmente deben recibir la dosis antigripal las personas expuestas a más riesgo de sufrir complicaciones y fallecer, tales como: embarazadas en cualquier mes de gestación y las puérperas hasta su egreso de la maternidad, y con un máximo de 10 días de parto de no haberse inoculado en el transcurso de su embarazo.
Otra prioridad son los niños y ancianos. Esta vacuna da inmunidad de 6 a 12 meses, y debe suministrarse a la población infantil y anciana, al igual que a los individuos de distintas edades con serios inconvenientes de salud. La lista de quienes la necesitan se completa de este modo:
- Niños entre 6-24 meses;
- Personas entre 2 años y hasta 64 años inclusive que adolecen de enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas (no oncohematológicas);
- Pacientes oncohematológicos y trasplantados;
- Obesos con índice de masa corporal (IMC) mayor a 40;
- Diabéticos y con insuficiencia renal crónica en diálisis;
- Convivientes de enfermos oncohematológicos y de prematuros de menos de 1.500 gramos de peso.
Meningitis.
Por otra parte, la dosis contra el meningococo, la bacteria que puede causar meningitis, se halla a disposición de los argentinos en vacunatorios públicos de manera gratuita, universal y obligatoria, por orden de la Primera Mandataria, Cristina Kirchner. Con anterioridad, sólo la tenía el sector privado y cada dosis se conseguía a un precio de 853 pesos en adelante.
Atacar esta patología reviste mucha importancia, dadas la mortalidad y secuelas graves e irreversibles que ocasiona. La infección se presenta principalmente en menores de 2 años.
Población infantil. El esquema de vacunación contempla: una dosis a los tres meses, otra a los 5 meses, un refuerzo a los 15 y el último cumplidos los 11 años de edad.
Obligación de las madres. Cabe destacar que las madres están obligadas a llevar un carné de las vacunas inoculadas a sus hijos, incluyendo la antigripal, para que las autoridades sanitarias controlen que cumplen con las directivas a favor de su descendencia.