Parece imposible, pero los comportamientos que generalmente se consideran sanos podrían afectar a tu peso. Por eso hoy te voy a decir 5 de las cosas que podemos pensar que nos convendrían pero que en realidad debemos evitar.

Elegir sólo alimentos light y dietéticos

¿Sigues una dieta baja en carbohidratos y grasas? Parece una buena idea para bajar de peso pero está demostrado que una atención excesiva en este tipo de comida hace que la gente coma más.

El consumo tan bajo de grasas hace que queramos comer más alimentos de lo que comamos. Por eso se aconseja hacer algún "salto" eventual en la dieta de vez en cuando para satisfacer esta parte de la necesidad.

Comer sólo productos naturales

Comer muchas frutas y verduras puede parecer saludable, pero como siempre, no debemos exagerar. Con un superávit de verduras debes tener una digestión de hierro. Además, aunque por lo general la dieta de bajo índice glucémico puede ser saludable, pasar la noche con una dieta de este tipo también puede complicar los problemas de peso, en lugar de resolverlos. Lo mismo ocurre con los integrales.

Contar calorías

Sí es importante reducir la cantidad de calorías diarias pero no hay que ir contando todo lo que comemos porque las estadísticas demuestran que las personas que lo hacen acaban eligiendo comidas menos saludables y además se obsesionan contando sin que sirva de nada porque ganan peso.

Seguir siempre una dieta

A menudo la causa de no poder bajar de peso se da porque se sigue siempre la misma comida de rutina. Por ejemplo, si siempre comes cereales por la mañana, ensalada para comer y pescado y verduras para cenar, se reduce la cantidad de bacterias buenas del intestino que tienen funciones importantes como el control del apetito y la regulación de los niveles de azúcar sangre. Hay que hacer una dieta variada y equilibrada.

Dividir los alimentos en "buenos" y "malos"

A veces se tiene la creencia de que algunos alimentos son "buenos" y otros "malos", en este caso pensando que ciertos alimentos son buenos para la pérdida de peso y otros no. Pero es mejor no hacer distinciones claras, ya que vas a terminar con un conflicto emocional cada vez que hagas alguna excepción en la dieta. Como resultado, puedes incluso caer en el riesgo de sentirte culpable. Recuerda que de vez en cuando es aconsejable saltarse un poco las reglas (punto 1).