En la segunda y última parte de la conversación con el Doctor Kurt Frieder, el Director Ejecutivo de la Fundación Huésped detalla cómo fueron las tareas iniciales de los médicos que la conformaron, en un marco de desinformación, confusión y temor sobre la enfermedad.

¿Cuán difícil fue lidiar con la enfermedad del SIDA en sus comienzos? Que era un tabú muy importante en nuestra sociedad y también en el mundo.

Rápidamente nos dimos cuenta que esta era una enfermedad que venía acompañada con una enorme dosis de prejuicios y generaba discriminación.

Y esto tenía que ver con que las poblaciones que parecían más afectadas en el inicio eran hombres que tenían sexo con hombres, personas trans o que tenían sexualidad diversa. Y también eran usuarios de drogas. Todas estas eran poblaciones que ya venían discriminadas desde siempre en nuestra sociedad y en el mundo. Obviamente esto en Argentina no fue diferente a otros países. A partir de eso es que entendimos que teníamos que empezar a trabajar contra el prejuicio y la discriminación. Y es la tarea más difícil, y la única que yo creería que seguimos haciendo desde entonces hasta hoy.

Entonces hoy todavía hay discriminación y prejuicio contra los pacientes con SIDA.

Así es. Hay discriminación y prejuicio porque el sujeto demanda un cambio cultural, que es lo más difícil de hacer.

En Argentina, afortunadamente estamos más adelantados que en otros países porque tenemos todo un conjunto de leyes que se enfocan en los derechos humanos y que, por lo tanto, permiten que las personas puedan ejercitar sus derechos de una forma más digna. Primero está la Ley anti-discriminatoria, que es de la década de 1980, y luego tenemos las Leyes de SIDA, la Ley de matrimonio igualitario y la Ley de identidad de género.

Todas leyes que han propiciado que, de alguna manera, las personas que eran discriminadas tengan protección.

O sea que el avance fue mayor en la Medicina que en la sociedad.

Como siempre sucede. Porque en la medicina son técnicas de laboratorio y de investigaciones que se realizan. Y cuando se logra tener un producto que es útil y que es bueno y que baja la carga de la enfermedad o que la disminuye o la cura, en el caso del SIDA o del VIH todavía no existe, pero que permite todo eso, es mucho más fácil de avanzar que en cambiar la cabeza de la gente.

En parte, la tarea de la Fundación Huésped es informar y concientizar para que la gente se haga los estudios.

Así es. Nosotros estamos poniendo todo el esfuerzo en promover el testeo. También, obviamente, nunca dejaremos el hecho de decirle a la gente que hay que tener prácticas de sexo seguro, usar preservativos. Nunca es mejor tener una buena medicación que no estar infectado, obviamente, porque hay gente que cree que hoy en día no debe cuidarse porque como existe una buena medicación piensa ‘para qué me voy a cuidar si es una enfermedad crónica’. Cosa que nosotros rechazamos absolutamente. Siempre es mejor no estar infectado, que es obvio, o parece obvio. Esto lo estamos haciendo desde siempre, y seguiremos haciéndolo.

Pasa que ahora estamos queriendo que mucha de esa gente, de esas 50 mil personas que te mencionaba antes y que supuestamente no saben que están infectadas, se haga el test. Y para eso se tiene que testear todo el mundo, y recordarles que lo hagan porque es gratuito, se puede hacer fácilmente en muchísimos lugares, en todos los hospitales públicos del país, y se hace en forma anónima y confidencial. Y la verdad es que aquellas personas que están infectadas, en ese momento cuando se enteran, se pueden hacer un tratamiento de muy buena calidad.