Don Omar fue arrestado hace dos días en su residencia de Puerto Rico por realizar amenazas a su actual pareja. Llegó a las afueras de San Juan de Puerto Rico conducido por varios agentes y permaneció dentro alrededor de catorce horas hasta que se le permitió volver a casa. Entre tanto se le obligó a pagar la décima parte de una fianza de seiscientos mil dólares y se le puso un grillete electrónico para mantenerle permanentemente localizado. Decir que mientras estuvo allí fue ovacionado y vitoreado por los propios presos.

La acusación total fue de seis cargos entre los que pudimos contar:

- Violencia doméstica.

- Maltrato

- Amenazas

- Posesión ilegal de arma de fuego

- Amenazar con un arma de fuego a su pareja.

Don Omar no quiso hacer declaraciones al respecto a la prensa y salió muy tranquilo de la comisaría. Su pareja ha sido citada a declarar para aclarar que pudo pasar en la casa. Dicha pareja es una bailarina y corista que ya trabajase en el pasado con el cantante. No es la primera vez que pasa y esto puede llevar a que las autoridades puedan ser especialmente duros y contundentes con las posibles consecuencias que para Don Omar pueda tener este último suceso.

El músico es conocido por éxitos musicales como "Danza Kuduro" o "Dale Don Dale" y ha ganado numerosos premios como varios Grammys Latinos o diez Billboard Music Award a la Mejor Canción Latina.

Además ha hecho trabajos como actor, en películas como Fast & Furious.

Siempre ha existido el mito, puede que la realidad, de que el reguetón es un tipo de Música que tiende hacia el machismo. Sus letras y sus bailes no nos hacen pensar precisamente en la liberación de la mujer. Las letras de muchos de los éxitos más famosos de este estilo presentan a una mujer que o se somete sexualmente al hombre dejándole hacer a pesar de no querer o tiene un enorme deseo y solo piensa en el sexo, ambos casos en los que el hombre solo tiene que pedir para que se le conceda.

Respecto al baile, por más que sean pasos de baile preestablecidos, no deja de ser una situación en la que la mujer se ofrece al hombre para que este haga lo que le parezca. Este tipo de historias no ayudan a que esa imagen de corral de gallitos que poco más que se sacan los miembros para comparárselos en mitad de la pista de baile desaparezca y sea sustituida por una visión más sana.