En nuestro planeta hay lugares secretos y ocultos; muchos de ellos lo son por motivos de seguridad. En el caso de "Iron Mountain" los motivos son buenos. Cerca de la ciudad de Butler, en Pensylvania, según desveló en "Microsiervos" el canal televisivo "National Geographic" se encuentra el archivo más valioso de nuestra época actual. Podríamos sopesarlo como una especie de "Biblioteca de Alejandría" en versión 2.0.
Este búnker se ha convertido en el lugar clave para los grandes estudios, ya que en él se guardan a salvo las películas fotográficas y pertenecientes al Cine para que no sufran ningún deterioro. Imprescindible es que se mantengan a una buena temperatura, y esto es precisamente lo que se consigue en esta antigua mina.
Las razones para que Hollywood guarde todo su arsenal son muy fuertes y cuenta con el ingrediente de poder mantenerse a salvo prácticamente de cualquier catástrofe. El interior de la llamada montaña de acero guarda debajo de sus casi 70 metros de roca más tesoros, como el archivo de fotografías Corbis (propiedad de Bill Gates), las cintas de Jane Goodall y sus chimpancés, o joyas como grabaciones de Frank Sinatra o testamentos de personalidades muy famosas.
150 mil clientes de los cinco continentes confían en esta empresa; no sólo los estudios de la meca del cine, sino también de otros puntos del mundo, como asimismo empresas de otros rubros, tales como discográficas, canales de televisión y del mundo publicitario. A pesar de su seguridad, en ocasiones se han producido pérdidas o filtraciones al exterior de los secretos que adentro se hayan, incluyendo proyectos no realizados u obras muy valiosas que aguardan el momento para salir a la luz.
Las medidas de seguridad son máximas y es por ello que su existencia no suele mentarse con frecuencia.
Quizás en un futuro todo este valioso archivo sea descubierto por otras civilizaciones o se transmita de generación en generación, como testimonio de los avances y de la creatividad humana contemporánea. Confiemos en que siga así, tan celosamente guardado, por el bien del patrimonio común de la humanidad.