Luciano Ferreras nació el 10 de abril del año 1994, en Lincoln, Provincia de Buenos Aires, hijo de Jorge Ferreras y de Milvia Prada, se crio junto a su único hermano Francisco.
Empezó a escuchar Música cuando tenía alrededor de once o doce años, obviamente en una instancia posterior se permitió disfrutar de ella, ya que según cuenta la música que escucha un niño de diez años no la recibe de la misma forma a esa edad que a los 13, en donde pudo deleitarse con el mejor recital que estuvo en toda su vida que fue el de la banda idolatrada por millones de fanáticos como Soda Stereo del cantante fallecido Gustavo Cerati, en el estadio de River Plate en el año 2007.
Con respecto a tocar música arrancó tiempo después, a los 14 años, junto a un grupo de amigos de su pueblo, en donde terminaron formando una banda llamada "Fondo Blanco".
Con un grupo de compañeros de su colegio y sin orientación musical alguna, comenzó a experimentar por la música que considero como una experiencia muy atractiva en su vida.
Fue así que grabaron un disco, su primero dentro del su lugar natal, y gracias a éstas personas también conoció a Alejo, hoy guitarrista de Obreros Rock.
Como bandas preferidas tiene muchas pero sin dudas Soda Stereo es su predilecta y Gustavo Cerati uno de sus ídolos.
Con Obreros Rock está desde el año 2012 cuando decidió formar nuevamente una banda, en el mismo año en el que llegó a estudiar a La Plata, y en donde pasó mucho de sus días con Alejo Arzuaga, con quien tienen en común varios gustos musicales, a lo que se le sumó Marcos, y que según él cree que ellos dos son una muy buena combinación, quienes le dieron a la banda su estilo obrero.
Según el baterista, Marcos es integrante clave del grupo, desde el fondo, con sus letras, su forma de llegar a lugares que no todos pueden hacerlo, también Alejo que desde lo musical, buscando la perfección en cada paso forman una banda sensacional en la que si bien le falta mucho marchan por el buen camino, y van en la sendera correcta.
Siente que desde arriba del escenario todos buscan dar lo mejor, ya que de abajo tienen a su público que los sostienen y del que reciben lo mejor.
Con respecto a actividades que van por fuera de la banda, sus días se pasan entre libros, ya que el baterista estudia Odontología en la Universidad Nacional de la Plata.
Pero como el sentimiento lo transporta consigo a todos lados, lleva a la Facultad en su valija una calcomanía de Obreros Rock.
El chico de Martínez de Hoz, un pueblo a 20 kilómetros de donde se origina la banda, tiene costumbres bastante parecidas a la del resto de los chicos del grupo, y nos cuenta que nunca está mal un buen asado en el campo.
También le apasiona el fútbol, y dice que junto con Obreros Rock, River Plate es en su vida su otra pasión grande. Disfruta muchísimo de sus amigos y su familia, lo que considera lo más grande de todo. Esperemos que este sábado deleite a su público y Obreros Rock tenga un gran recital en La Plata.