Elena es el nombre que han elegido Francisco y Bárbara Silenzi para su hija que nació ayer por la tarde. Delgado abandonó el reality por unas horas para poder ver nacer a su primera hija. La bailarina se mostró muy contenta de poder compartir este momento con él y admitió que este último tiempo de embarazo le hizo mucha falta.
Barbie y Francisco tuvieron un noviazgo corto del cual la bailarina se quedó embarazada y ahora aunque no están juntos como pareja, sí lo están como padres. Francisco dijo que estará al lado de ella para todo lo que necesite,aunque por el momento seguirá en Gran Hermano, pero una vez que salga, él quiere ser parte del día a día de su hija.
Los padres primerizos están más que contentos, y tanto la nena como la mamá se encuentran muy bien. Así podemos ver la primera imagen de Elena, donde ya los más cercanos afirman que se parece a su padre. Elena nació con un peso de 3,600 kg, y en la primera foto que colgaba el periodista Ángel de Brito en su perfil de Twitter podemos verla con una batita blanca con encaje, y tranquilamente dormida.
Francisco no sabía si regresaría a la casa luego de tener en brazos a la chiquita, pero a pesar de que la bailarina había declarado a Intrusos que quería que se quedara, él decidió volver a Gran Hermano. Según Barbie, Francisco le preguntó: ¿qué hacía?, y ella le dijo que eso lo tenía que decir él porque era su vida.
Silenzi ha dicho en más de una ocasión que Francisco le hacía falta pero que se aguantaba que este en el concurso porque era una gran oportunidad para él. También quiso aclarar que como pareja no tienen nada y que de ahora en más la relación que tendrán será por la hija que tienen en común. De hecho cuando se reencontraron solo hablaron de Elena, ya que Francisco si quería volver al concurso tenía que respetar dentro de lo que cabe el aislamiento que obliga el concurso.
A pesar de las dudas que tenía el concursante de volver a Gran Hermano parece que al salir tenía muy clara su vuelta ya que sólo estuvo fuera unas pocas horas. La producción lo hizo salir de la casa de Palermo a las doce del mediodía, donde con los ojos y oídos tapados lo subieron a una combi que lo llevó derecho al Sanatorio de Otamendi donde estaba programado el parto.