La socialité Kim Kardashian otorgó un reportaje a la cadena televisiva E-entertainment, de la cual es estrella. Allí contó cuánto odiaba su embarazo y se quejó de que subió 24 kilos durante el mismo. Ella cree que el embarazo y ella "no están hechos el uno para el otro" por lo que agregó: "Fue muy difícil para mi quedar embarazada, por eso me siento bendecida, vale la pena un millón de veces. No me estoy quejando, estoy siendo sincera. Lo odio. No es para mí. Mi madre y mi hermana Kourtney dicen que es hermoso. No es mi caso. No voy a mentir diciendo que es una experiencia feliz porque me parece que es una experiencia terrible", sentenció la famosa fémina.

Kim no sólo habló de sus sentimientos respecto de su estado de gravidez, también conversó acerca de su aumento de peso: "En mi embarazo anterior aumenté 22 kilos en total. En este llevo ganados 24 kilos y aún me faltan seis semanas. Lo peor de todo es que el médico me prohibió hacer actividad física. Cuando nació mi hija North, ella sólo pesaba 1 kilo 800 gramos y este segundo bebé ya pesa 3 kilos.

Estoy nerviosa, pero lo llevo bien. Como lo que quiero. Me gusta el desafío de volver a estar en forma luego de dar a luz, por eso no me importa. Quiero desmitificar el embarazo porque hay muchas cosas que no se dicen y ese encubrimiento daña a las mujeres", añadió convencida, la modelo.

Kim Kardashian y su marido Kanye West esperan su segundo hijo, un varón, para el 25 de diciembre.

El niño se sumará a North West, la primera hija de la pareja. Las declaraciones de la modelo sobre su embarazo han despertado mucho rechazo en parte de la opinión pública, pero muchas personas ven positivamente que la mujer más famosa del mundo sea honesta respecto de su gestación y ayude a que otras mujeres no se sientan solas ni desorientadas en esa etapa de la vida, para que comprendan que sus sensaciones físicas son normales y puedan vivir su gravidez en paz, sin tener que esconder sus verdaderos sentimientos a su entorno familiar y social.