Llega diciembre y padres e hijos están preocupados. Es la época del año en la que se define la situación académica de los alumnos; si le llevan o no alguna materia y si las rinden en diciembre en marzo. Al menos así lo expresa la profesora de Inglés, Natalia Schvartz : “Mi experiencia como profesora de inglés es que estas épocas tanto alumnos como padres están “desesperados” por salvar el año. No es una misión imposible si se cuenta con el material y la voluntad necesarias. Si lo es cuando el chico no pudo seguir con ninguna consigna durante el año, ya sea tareas, trabajos prácticos, exámenes etc.
Muchos padres no saben cómo tratar esto. Sienten que más no pudieron hacer y que la situación se les va de las manos. Sin embargo para Schvartz reprobar asignaturas y tener que rendirlas en diciembre o marzo es algo que sigue estando estigmatizado y eso es, justamente, lo que no ayuda a los alumnos a la hora de salir airosos de esa situación.
Pero, ¿cuál es el rol que deben cumplir los padres en este proceso? “Es importante entender que el apoyo escolar propiamente dicho tiene que ser externo al grupo familiar. Quiere decir que no alcanza con que papá o un hermano le expliquen matemáticas o historia al alumno. Se debe recurrir a la ayuda de la misma escuela o contar con algún profesor particular”, afirma Schvartz.
Para la profesora de matemática Julieta Capozucca los padres deben enseñarles la importancia del estudio y acompañarlos en su trayecto escolar, además de enseñarle valores y respeto con palabras y actos.
Ambas coinciden que las materias que más se reprueban en el secundario son: Matemáticas, Lengua, Física, Historia, Química, y los idiomas.
Entonces, ¿qué podemos hacer ante este panorama? “Es fundamental que el chico sienta el apoyo de su familia y que sepa que el problema no es sólo de él. No conviene generar un sistema de premios y castigos. Evitar frases del tipo: “Si te va bien, te vas de vacaciones”, o “Por tu culpa tenemos que volvernos antes de la playa”.
El adolescente debe internalizar la importancia del estudio per se”, afirma Schvartz. Por otro lado indica: “No se debe sobredimensionar el hecho de llevarse materias y así evitar transmitir ansiedad al chico, la cual puede jugarle en contra a la hora de rendir. El apoyo afectivo debe ser incondicional. Es más importante esto que explicarle la materia en sí”.
Posibles soluciones al problema:
-Siempre hay que pedir ayuda y recurrir a los docentes o directivos y hablar con ellos sobre los problemas del chico.
-Hay que ayudarlos a organizar el tiempo de estudio de acuerdo con las materias que se deban rendir.
-Establecer cronogramas, juntar el material necesario de antemano, conversar con otros padres.
-Lo ideal, claramente, es hacer un seguimiento durante todo el año y reforzar justo antes de las evaluaciones, de esta manera llegar más preparados para las instancias de recuperación.
-FInalmente es importante enseñarles que esta instancia no marca el resto de sus vidas. Según comenta la profesora Natalia Schvartz “como alumna, siempre me llevaba matemáticas a diciembre, incluso algunos años a marzo. Aprobándola siempre con la ayuda de profesores particulares, mucho esfuerzo y la compañía incondicional de mi familia”.
Para contactar con Natalia Schvartz:schvartz @ gmail.com.