La utilización de bicicletas como transporte, y la creación de su espacio vial (comúnmente llamado bicisendas) mejoraron la calidad del tránsito y todo lo que respecta a este. Sin embargo no podemos olvidar que siempre se está a la espera de los fanáticos del momento.
Una buena solución
Siempre pensé que promover el ejercicio en cualquier sentido es positivo, pero el estrés que provoca vivir en las grandes ciudades no es relativo al medio de transporte que se elija.
Los mismos conductores que simulaban atropellar con cara de desaforados, son los mismos desafortunados que quisieron renovar su estilo de vida.
Se suben a la bicicleta y circulan velozmente por las bicisendas, atentando nuevamente contra el peatón. Utilizan insultos, aceleran su velocidad como aviso desafiante, tal y como lo hacían desde el auto… actitud que podría describirse como una terapia aparentemente beneficiosa para estos personajes, que utilizan cualquier medio para descargar sus emociones encontradas.
Más de lo mismo
Esto de comenzar a vivir experiencias no tan gratas, genera conflictos entre nosotros y deriva en el comienzo de problemas con su uso en general. El mismo estrés que teníamos en el auto, lo pasamos a la bicicleta y a todo su entorno.
Las bicisendas comienzan a reflejar lo que ocurre en el tránsito automovilístico, repitiendo su modus operandi.
Si seguimos extendiendo el análisis, podemos entender que el problema abarca una magnitud mayor de lo que se cree.
Las faltas de tránsito con vehículos, peatones y discusiones genera la crítica, desde un ámbito personal, hasta llegar a plantearlo como un problema socio-cultural.
Algunos consejos a la hora de pedalear
Nunca está de más recordar que la utilización del casco es fundamental para la seguridad del usuario.
Lo que sí resulta necesario es remarcar algunos tips para tener en cuenta cuando se circula por las bicisendas:
- Circular siempre de la mano derecha, y ser consciente del espacio que se ocupa, con respecto al lugar existente entre el carril utilizado y el que viene de frente.
- Prestar atención a las señalizaciones y respetarlas, para lograr una correcta interacción con toda la circulación existente en la calle.
- Utilizar las manos para el aviso a usuarios, vehículos y peatones, de los movimientos que estamos por realizar.