Distintos sindicatos docentes de la Ciudad de Buenos Aires convocaron a un paro para el próximo miércoles 15 de julio. Se reclamará por la reincorporación de dos docentes del Jardín de Infantes común Nº2, ubicado en Flores, responsabilizadas por el asesinato de un alumno el mes pasado.

Agustín Marrero fue asesinado por su padrastro el pasado 9 de junio. Como consecuencia, de manera insólita, el Ministerior de Educación decidió separar de sus cargos a la maestra Alejandra Bellini, que trabajaba en el Jardín de Infantes en la sala a la que asistía el niño y también se apartó de sus funciones a la directora Elsa Vincova.

Sindicatos docentes de la Ciudad de Buenos Aires, entre ellos Ademys, UTE, Sedeba, Seduca, Adef y Camyp convocaron a un Paro en todos los niveles educativos para el próximo 15 de julio. Además se realizará una concentración en el jardín, ubicado en Avellaneda 2255. Los reclamos más relevantes serán la reincorporación de las docentes afectadas por la decisión del Ministerior de Educación, el aumento del presupuesto para la educación pública y también se hará un pedido de justicia por el menor asesinado.

Por otra parte, a través de comunicados difundidos por las redes sociales, los sindicatos dieron a conocer sus argumentos en defensa de las docentes. En primer lugar, se destaca que Agustín fue al jardín solamente durante 28 días, porque anteriormente no habían vacantes disponibles.

En el transcurso de ese tiempo, tanto la directora como la maestra del establecimiento habían firmado actas en las que especificaban que el niño presentaba golpes. Al respecto, la madre de Agustín había presentado constancias médicas que determinaban que la causa de esas lesiones eran "accidentes".

Además, los sindicatos denuncian que en la Ciudad de Buenos Aires solamente existe un Equipo de Orientación Escolar (conformado por psicólogos, trabajadores sociales y psicopedagogos) por cada Distrito para cada nivel (inicial, primario y secundario). En este sentido, explicaron que cada Distrito contiene más de 20 escuelas y cada nivel más de dos mil alumnos. Al respecto, afirmaron que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no se responsabiliza por la escasez de vacantes, que deja alrededor de cuatro mil chicos sin asistir a clases, pudiendo ser víctimas de violencia.