La selección Argentina atraviesa por un impensado momento en estas eliminatorias camino a Rusia 2018. Ni el más pesimista hubiera imaginado un escenario tan complicado a esta altura de la clasificación. La victoria con Colombia dio un poco de aire; tras la derrota con goleada ante Brasil -0-3- (le hizo precio), y el polémico fallo de la FIFA que dio a Chile ganado el partido ante Bolivia -perjudicando directamente a la Argentina en la tabla- crisparon el ambiente, donde la continuidad del técnico Edgardo Bauza tambaleó.

La eliminatoria a Rusia 2018, se volvió la más pareja y competitiva de todos los tiempos.

Ya nada asegura un resultado, todos los equipos pelean los puntos a muerte. La Selección argentina perdió dos partidos de local, que son un dolor de cabeza: con Ecuador en la primera fecha en el Monumental, y con Paraguay en Córdoba. Seis puntos fundamentales, que hoy lo lo colocarían en el segundo lugar, en vez de este sufrido quinto puesto. Perú y Venezuela, otros seis puntos perdidos.

La selección tuvo un año muy largo, en la cual la crisis de AFA. El año había comenzado bien con el triunfo ante Chile en Santiago, y Bolivia en Córdoba. Pero la derrota por segundo año consecutivo en la Copa América -este año Centenario- calo hondo al punto que la máxima estrella: Lionel Messi, empujado por las circunstancias de la derrota, anunciaba que se retiraba de la selección.

En medio de ese trajín, venían Los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde La Selección estuvo a punto de no ir, por el boicot de los impresentables dirigentes.

Asumió Edgardo Bauza, que de entrada pudo convencer a Lione Messi para que volviera a la selección. Comenzó con el pie derecho derrotando a Uruguay (1-0), con gol de Messi, y arrebatandole la punta al conjunto celeste, en un partido que lo controlo como se deben jugar esta clase de partidos, sin arriesgar demasiado.

Los problemas comenzaron cuando la Selección tuvo que viajar a Venezuela. A de ese empate, con gusto a triunfo por el punto arrebatado luego de estar (0-2) vino un derrotero de otro empate con Perú, cuando se moría el partido y parecía que se llevaba los tres puntos (2-2). La sórpresiva derrotas con Paraguay de local (1-0), descolocó a todos.

El enfrentamiento abierto con la prensa, fue la gota que colmo el vaso. Lionel Messi al frente de la conferencia de prensa, luego de la victoria ante Colombia, no hizo mas que caldear el ambiente. Una buena parte del periodismo deportivo, no perdonaron al equipo su humillante derrota ante Brasil, y le pegaron con todo lo que tenían a mano. Se llego a ver muestras de "egolatría berreta" con largos y somníferos y muy sobreactuados editoriales, que mas que Critica eran feroces ataques personales en muchos casos. En las horas previas al partido con Colombia, volaron rumores de todos los colores: de que Messi había pedido la cabeza de Bauza, de que muchos daban un paso al costado y el mas grandioso- para la historia- fue que decía que Lavezzi estaba desafectado del banco de suplentes, por fumarse un "porro" en la concentración.

Este ultimo agoto la paciencia del plantel, que decidió "no hablar más con la prensa"- seguramente para Marzo este todo un poco mas enfriado- lo que hizo estallar y dejar en evidencia a varios periodistas, que recogieron la bandera de la "libertad de expresión", en indignación por una medida tomada.

A cuatro meses del partido con Chile, en la Bombonera y la esperanza de que la FIFA revea el fallo, sacandole los puntos que le dio a Chile.