Julieta Arroquy se adentró en el mundo del humor gráfico gracias a ‘Ofelia’, su personaje más conocido y que nació como resultado de una decepción amorosa, que la impulsó a canalizar sus sentimientos a través de esta forma artística, impensada hasta ese momento para ella.

Para conocer más sobre la artista y su personaje, conversamos en exclusiva con la dibujante, que promete una nueva publicación de Ofelia para el 2016.

La primera pregunta, básica para quienes no la conocen o quieren conocerla más: ¿Quién es Ofelia?

Me cuesta bastante definirla porque voy a ser poco objetiva, y por otro lado uno nunca sabe cómo la perciben los demás.

La realidad es que cuando empecé con Ofelia no tenía muy claro su personalidad y cómo iba a ser. Sólo tenía lo gráfico. Y después se ve que empezó a ser influyente y a estar interpelada por sus propias emociones. Así que puedo decir que es un personaje que está bastante conectado con sus emociones, que las exagera, las analiza bastante. Y por momentos es inocente, es iracunda. En otros tiene una gran capacidad de perdonar, otras veces no. No está preocupada por la moda y la atraviesan cuestiones bastante humanas. Ahora estamos con el tercer libro y van como casi 4 o 5 años de dibujarla. Me doy cuenta que va haciendo siempre una evolución del personaje, o que va cambiando algunas posturas frente a ciertos temas respecto de a cuando empezó.

Así que es bastante mutable. Pero hay algunos valores o algunas emociones que son bastante estáticas, que permanecen ahí.

Según contaste, tu personaje nació como resultado de una relación truncada. ¿Pensás que Ofelia refleja los problemas del amor o del desamor?

De todo. Un poquito y un poquito. A veces se pregunta por qué se terminan algunos vínculos.

Lo que pasa es que el amor tiene mucho de felicidad, con lo cual a mí me resulta difícil hacer chistes en relación a las cosas felices del amor. Me resulta mucho más fácil hacer chistes sobre lo dramáticas que podemos ser las mujeres o los seres humanos en relación a la pérdida y a cómo nos atraviesan un montón de arquetipos.

Que puede ser con los celos, y cuando nos dejan también. Y como que hay ciertos patrones que están establecidos en nosotros en relación a las emociones vinculadas a eso. En realidad hablar del desamor es hablar del amor también. Y a veces el amor también implica que se puede terminar. Por eso también lo añoramos y lo deseamos tanto.

¿Por qué sentís que tantas mujeres se sienten reflejadas con Ofelia?

Yo quiero pensar que tanto hombres como mujeres se sienten reflejados. Nada más que está como mucho más aceptado que las mujeres estamos identificadas con ciertas emociones, porque en un punto a los hombres les parecen muy femeninas esas emociones. Entonces no pueden vincularse muy bien con ellas, pero yo creo que también las sienten porque a todos nos rompieron alguna vez el corazón.

Creo que básicamente es por eso, y Ofelia trata de ir en busca de la verdad, aunque a veces la verdad pueda ser muy dolorosa.

¿Cuánto creés que hay de autorreferencial en Ofelia?

Por supuesto que yo misma soy mi propia fuente de inspiración; pero he tratado de no llevar nunca nada que sea literal. En el sentido de ‘esto exactamente me pasó a mí’, sino que le busco la vuelta de la metáfora. Aunque si lo hiciera seguramente habría un montón de gente a la que le pasó lo mismo. Sí hay mucho porque en un punto me cuesta mucho hacerla a Ofelia pensando cosas que yo no pienso. En cambio, con Selva me permito decir muchas más cosas que no pienso.

Hipotéticamente, si te encontraras cara a cara con Ofelia, ¿qué le dirías y qué pensás que te contestaría?

Le diría que siento que, en un montón de sentidos, no me salvó la vida pero sí le dio un gran sentido a mi vida y que apareció tan mágicamente que le estoy muy agradecida a ese personaje. Y creo que Ofelia me diría que por favor le dibuje un novio.