En el aniversario de 200 años de independencia de la república Argentina, el actual presidente Mauricio Macri encabezo un desfile y un festejo patrio de dimensiones monumentales.

A lo largo y a lo ancho del país, los eventos y festejos por el 9 de julio, día de la independencia, se celebraron en diferentes provincias, municipios y partidos, con celebraciones sectoriales para el disfrute de todo el país. Pero como es debido el festejo central se realizo en la provincia de Tucumán donde reside el Cabildo, cosa que hace años no se realizaba, ya que los actos partidarios se concentraban totalmente en Buenos Aires.

El culmine de los festejos de la ajetreada agenda del presidente, comenzaron con el Tedeum celebrado en iglesia catedral de Tucumán, coordinada por el arzobispo monseñor Alfredo Zecca, luego de el saludo ceremonial del presidente, junto con los gobernadores a la gente local, y a los invitados extranjeros.

Luego del Tedeum, Macri se dirigió a la Casa Histórica de Tucumán, donde se firmo una nueva acta de independencia, además de consumar un discurso en las puertas centrales del edificio.

En su discurso el presidente reafirmo su autoridad y la necesidad de aplicar medidas, que si bien no son populares y no le gusta el tener que aplicarlas, es necesario para que el país pueda escalar otro nivel para obtener un mejor nivel de vida en orden regional, así mismo el presidente también hablo de la corrupción y como es necesario combatir, y también aprender del pasado no caer en los mismos errores en un futuro, pero siempre, es algo que debemos transitar todos como país.

Luego del discurso Macri asistió a una cena tradicional en uno de los patios de la casa histórica, y luego se dirigió al Parque Avellaneda en donde observo el desfile cívico militar, y el pasar de muchas comunidades tanto escuelas, como comunidades de gauchos de diferentes áreas del país, junto con las comunidades originarias de Tucumán, y el desfile de comunidades extranjeras invitadas desde España hasta Bolivia.

Sin duda, un despliegue digno de 200 años de independencia, donde el desfile permitió la participación y la integración de diferentes comunidades por una sola pasión, el orgullo de ser argentinos y de poder aportar a la comunidad, gracias al presidente Macri, la grieta de que divide a la Argentina empieza a cerrarse.