Como lo he declarado con mucha anterioridad, soy fan de los cómics, en especial de los producidos por la editorial DC Comics. Marvel no me desagrada, pero sus historias y personajes me parecen muy alejados de la realidad. No quiero decir con esto que las historias de Batman, Superman y Mujer Maravilla sean totalmente realistas, pero al menos siento que son más terrenales.

Uno de los personajes de Marvel Comics que mayor número de fanáticos posee alrededor del mundo sin duda alguna es Deadpool, aquel mutante asesino quien ha protagonizado historias tan emblemáticas como aquella en que se aventura a liquidar a todo el universo de dicha editorial.

Pues bien, los dueños y creadores de este villano han decidido que sus días tienen fecha de expiración. Así es; Marvel Comics anunció que la 'muerte' de Deadpool llegará en el numero 250 de su publicación.

La noticia, que ya había sido tema de discusión entre los fanáticos más recalcitrantes del universo Marvel, hace surgir la siguiente duda: ¿Cómo se puede matar aquello que no se puede matar?

Lamento decirles que la forma en que muere Deadpool es un tanto increíble. El mutante más poderoso del universo perece durante la celebración en un yate, luego de sobrevivir al último ataque de Flag Smasher, cuando el choque entre la Tierra Ultimate y la Tierra 616 culmina por incinerarlos.

Dicho evento desastroso es el inicio de lo que se conoce como el arco literario de Secret Wars (Guerras Secretas), una gran historia pero que causó la muerte de un ícono del mundo mutante.

La muerte de villanos o héroes en los cómics no es nada nuevo, ya que pasado el tiempo, y cumpliendo el objetivo por el cual se tomó la decisión de su deceso, si es conveniente se los revive o retoman su imagen, solamente con otro nombre o historia alterna.

Habrá que esperar lo que las circunstancias dicten con este perverso y demente personaje en el futuro. Por lo pronto, sus seguidores tendrán que respirar profundo y aguardar el momento de su renacer, en algunas semanas, meses o años…cual ave fénix. Sólo me resta decirles: paciencia, paciencia.