Con el slogan de "el cambio justo", Sergio Massa, líder del Frente Renovador, realizó el 01 de mayo un acto en el club Vélez Sarfield para el lanzamiento de su candidatura a presidente.

Con bastante convicción hizo un discurso dirigido a cerca de unos 60.000 participantes del acto y convocó a todos a unirse a su propuesta. Ni del lado del kirchnerismo ni del macrismo, dijo que quiere convertir la grieta en una "ancha avenida", más ancha que la 9 de julio.

Parado así en el centro de la disputa electoral, habló de sus propuestas, haciendo hincapié en la seguridad y la justicia.

Entre los puntos salientes se refirió a su idea de imponer impuestos a la renta financiera y al juego, y por otro lado quitar el impuesto a las ganancias para los trabajadores, lo cual fue muy aplaudido por los presentes.

Asimismo aseguró que si llega a ser presidente va a retirar las retenciones a las economías regionales, así como el impuesto a las ganancias de las PYMES. Habló de una educación igualitaria para ricos y pobres y aclaró que no va a quitar los planes sociales ni reducir las jubilaciones sino que, bajando la inflación, hará que los jubilados terminen ganando más.

El momento más álgido se dio cuando dijo que "hay un candidato que repite cual lorito lo que le dicen desde la Casa Rosada", mientras que por otro lado, agregó que no quiere volver al pasado, "al helicóptero, a los fracasos".

Fue contundente también cuando prometió barrer "a los ñoquis de La Cámpora" y dijo que "le da asco la corrupción". De esta manera, el candidato busca afianzar su imagen y posición, que según algunas encuestas lo colocan hoy en un tercer puesto, detrás de Scioli y de Macri.

No se sabe cómo tomará finalmente el electorado la estrategia adoptada por Sergio Massa de pararse en el medio de la batalla.

Por el momento parece que no le viene resultando beneficioso, sino más bien que recibe golpes tanto de uno como de otro frente. Tampoco se sabe si la alianza con el gobernador de Córdoba José Manuel De la Sota le sumará los puntos que necesita o será intrascendente.

Sin embargo, esta batalla por la presidencia tiene hoy un nuevo rival y esto recién empieza.