La Presidenta Cristina Fernández se refirió así al costo que le provocó la ley 125 de retenciones impulsada en 2008 por el entonces Ministro de Economía Martín Lousteau, hoy candidato a Jefe de Gobierno por la Ciudad de Buenos Aires. La que declara es la misma jefa de Estado que, en estos últimos años, ha provocado el mismo sufrimiento en el pueblo argentino. Paradojas.

Luego del debate de candidatos a Jefes de Gobierno por la ciudad de Buenos Aires el pasado miércoles en el canal Todo Noticias, la Presidenta Cristina Fernández hizo alusión de manera implícita a uno de ellos: Martín Lousteau, quien fue su Ministro de Economía durante cuatro meses del año 2008, cuando presentó la tan polémica ley 125 de retenciones al campo.

"Me costó sangre, sudor y lágrimas", dijo la mandataria en un acto al día siguiente.

Sangre, sudor y lágrimas del pueblo argentino

  • La sangre de los 51 muertos de la tragedia de Once y los casi 800 heridos. El sudor de los bomberos, rescatistas, paramédicos y voluntarios para tratar de sacar de entre los fierros a las víctimas. Lágrimas de todo el pueblo argentino.
  • La sangre -en sentido metafórico- y el sudor de aquellos trabajadores que hoy son jubilados y ganan de mínima, $3.821,71 pesos. Y quieren engañarlos y engañarnos con los dos aumentos anuales, que no son otra cosa que admitir la inestabilidad económica y la inflación. ¿Las lágrimas? Sí, son de todos.
  • La sangre de los homicidios producto de la inseguridad. El sudor de los nervios, la intranquilidad, la injusticia, la bronca. Las lágrimas, adivinaste, son de todos.
  • Del sufrimiento del trabajador que ve cómo todos los meses la inflación del casi 30% anual le come el salario. Que para colmo, no puede confiar en las instituciones públicas que la miden por la abismal diferencia que hay entre los datos que ofrecen y la realidad. Sumado a que la Argentina tiene en la actualidad la presión tributaria más alta de la historia (31,2% del PBI) y la prestación de servicios públicos es muy inferior a la que presentan los países desarrollados, por lo que además de los impuestos para servicios que no utiliza por ineficientes, el ciudadano debe pagar por las prestaciones privadas.
  • La de los alemanes, porque Argentina tiene menos índice de pobreza que ellos. ¿En serio es creíble esto? Pero de igual manera, habría que preguntarle a la Presidenta de dónde saca los datos de pobreza, ya que el INDEC (risa) no publica esos informes desde 2013. Mientras la CTA oficialista habla de una pobreza que afectaría al 17,8% de la población, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina) dice que ese porcentaje es de entre el 25,6% y el 27,5%.
Sangre, sudor y lágrimas. Del fiscal Alberto Nisman.