Breaking Bad es sin duda una de las últimas Series que conmociono la atención de todo el mundo desde su lanzamiento y aun hoy sigue causando controversia, pero podría no ser una serie no tan buena como aparenta.
Actualmente emitida por el canal América, Breaking Bad continúa atrapando a la gente en las pantallas de sus televisores, sin embargo la serie tiene bastantes falencias que es necesario remarcar. Empezando con los protagonistas, Walter White y Jesse Pinkman. Walter White interpretado por Bryan Cranston comienza como un personaje firme en sus convicciones aunque algo temeroso, pero pasando la temporada tercera, el personaje comienza a desmoronarse gradualmente, y aunque parezca que el personaje madura o cambia psicológicamente, en realidad se muestra la fragilidad con que fue pensado.
Amparado en su contraparte Heisenberg al culminar la serie resulta ser solo un personaje cobarde que no logro ninguno de las metas que en un principio deseo, prosperidad para su familia o ser el líder de un imperio de drogas.
Por otro lado Jesse Pinkman es un personaje que parece empeñarse en tomar todas las decisiones mas erradas por las que pudiera optar, aunque en un principio parece un personaje que es fácilmente manipulable por Walter White, o cualquiera que le dé un consejo, al intentar independizarse, solo cae una y otra en ser parte del juego de ajedrez de alguien más.
Si algo es bueno para señalar en la serie es el ingenio en las intrincadas situaciones que por su dramatismo en su mayoría rozan lo ilógico, y gradualmente llegando al final de la serie se vuelven menos realistas.
En cuanto a personajes, el mejor pensado es sin duda Michael "Mike" Ehrmantraut, que si bien es un personaje secundario, es el personaje más racional y en varias escenas juega papeles cruciales afectando a los protagonistas. En segundo lugar fácilmente se ubica Saul Goodman, el carismático abogado de la serie, (que por cierto obtuvo su propio programa llamado “Better call saul!”), aunque su paradero final resulto un incierto, el personaje que logra darle dinamismo a la serie, funcionando como engranaje entre todos los protagonista logra hacer resaltar mejor la personalidad de los otros personajes.
La serie llega a su punto clímax en la tercera temporada, luego es un lento degrade hacia un final desastroso, que no solo deja muchos muertos en el camino, sino muchos cavos sueltos que no fueron resueltos ni explicados. Como serie de suspenso y drama en un comienzo cumple lo prometido, pero como policial, y el planteo “realista” que impone en un principio, deja mucho que desear.