A un año de su victoria, María Eugenía Vidal lleva una reestructuración en la provincia de Buenos Aires como hace décadas no se llevaba a cabo para mejorar la situación.

La primera mujer en gobernar la a provincia de Buenos Aires, que se enfrenta a las mafias, los narcos, y la corrupción policial y política dejada en una provincia en ruinas por las malas políticas e inoperancia política de Daniel Scioli, quien tanto él como todo su gabinete se sospecha de corrupción y se investiga el robo de fondos del estado para beneficio personal. Pero no solamente se trató de incompetencia a la hora de gestionar la provincia, sino también el abandono y el permiso para que tanto mafias como narcos se instalan y crean su propio estado paralelo, al que ahora Vidal quiere desmontar.

Aún investigada, y recibiendo amenazas de los miembros de inteligencia de la ex SIDE que siguen al mando de Kirchneristas, Vidal no titubea a la hora de tomar decisiones drásticas en la provincia como lo fue desplazar al al Jefe de Servicio Penitenciario por administración fraudulenta, además de pasar a retiro 132 oficiales.

Otro monstruo que enfrenta Maria Eugenia es la Policía Provincial, en la cual ya apartó a más de 2400 efectivos y retiro a más de 600 por recaudación ilegítima, de esos mismos agentes 205 fueron apresados por graves crímenes de corrupción incoherentes con su cargo.

Sin embargo lo que más preocupa a Vidal es la pobreza que en el conurbano supera el 40% y sigue avanzando por el gran déficit heredado por Scioli, sin embargo medidas como el aumento de la asignación para comedores y el aumento de protección social para los más vulnerables son una gran ayuda, pero no suficiente para contener la pobreza.

Más de 520.000 millones será el presupuesto asignado a la provincia del próximo año con un déficit sólido de 35.000 millones que la gobernadora tendrá que afrontar y reducir.

Sin duda Vidal trabaja día y noche, con mano dura contra la corrupción logrando un leve pero significativo aumento de la seguridad en gran parte de la provincia de Buenos Aires, donde tanto mafias como Narcos siguen instalados fuertemente y para lograr desterrarlos será necesario aplicar políticas de alcance regional de lucha directa con el narcotráfico, sin embargo la presencia de la policía de la provincia se siente cada vez más.

Todo lo que nos demuestra Maria Eugenia es que el peronismo dejó una provincia devastada y ella se dispone a mejorarla, siendo la mejor gobernadora de la provincia en décadas.