Las elecciones presidenciales se llevaron a cabo el pasado domingo 25 de octubre y con el 97 por ciento de los votos procesados, el candidato Mauricio Macri y Daniel Scioli entrarían en un histórico primer balotaje para decidir la presidencia.
Pasadas las 23:30 horas del domingo, y aún sin datos oficiales, la situación de las elecciones era incierta y todos los candidatos actuaron con cautela, a excepción de Daniel Scioli. Desalineado, confuso y con un discurso muy poco concreto, Scioli fue el primer candidato en dar la palabra luego de las elecciones en el Luna Park, aproximadamente a las 21:50 horas.
Con palabras tambaleantes, inseguro les habló a sus seguidores y rápidamente se ocultó tras bambalinas, el Gobierno estaba forzando el ocultamiento de los datos oficiales del escrutinio.
Sergio Massa, confiado de ser la tercera fuerza y de mantener su margen de votos, salió a dar su discurso casi una hora después que el de Scioli, Más confiado, aunque con una sensación de desazón, hizo algunas alusiones a un acuerdo implícito con el frente Cambiemos.
Por su parte, pasadas las 23:00 horas, Macri fue el último en dar un discurso concreto y preciso, confirmando el balotaje, aunque para ese entonces aún no estaban los datos oficiales al respecto. Luego de que el representante del centro de cómputos, Alejandro Tullio, en conferencia diera por revelados los datos pasadas las 23:30 horas, la situación se tornóinesperada para todos.
Con un 36,24 por ciento, Mauricio Macri estaba primero en el resultado provisorio del escrutinio, revelado una devastadora noticia para Scioli y todo su gabinete. Por su lado, María Eugenia Vidal mantuvo la diferencia con el candidato del oficialismo Aníbal Fernández y ganó la gobernación de la provincia sin problemas con una superioridad de más del 4 por ciento.
Festejos y risas se escuchaban en el bunker del Cambiemos, contrastando totalmente con el clima en el Luna Park, en la sede del Frente para la Victoria, donde Scioli prometió volver a dar un discurso luego de que se revelaran los datos oficiales, algo que no sucedió.
Llantos y un lugar vacío, fue todo lo que quedó del festejo previo a la revelación del escrutinio, las encuestas oficialistas como las no oficialistas preveían que Macri tendría una dura pelea para lograr un balotaje, pero el resultado muy alejado de las encuestas demostró que Macri con el apoyo popular se impuso totalmente ante el Kirchnerismo, y demostró que el cambio es posible.
Luego con el 97 por ciento de las mesas escrutadas, Scioli recupero el primer puesto pero con una diferencia mínima que no evita el balotaje, y mucho menos la sensación de derrota al momento que se revelaron los datos que dieron un efecto rebote a la noticia por todas las redes sociales, por primera vez el peronismo era derrotado en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, y el candidato oficialista que se jactaba de la victoria estaba acorralado contra la pared.
Inmediatamente los candidatos comenzaron a planear la campaña para el balotaje a realizarse el 25 de noviembre, Scioli entre su débil postura naranja y criticado por el propio Kirchnerismo ante la derrota, está más indefenso que nunca, y por su parte Macri va abierto al diálogo por los votos de Massa y dispuesto a derrotar al oficialismo definitivamente y cambiar el rumbo del país.