Hace una semana, el actor estadounidense Charlie Sheen de 50 años, reveló que tiene HIV desde el 2011, en el programa televisivo "Today", que conduce el inteligente periodista Matt Lauer. Después de semejante confesión, nuevos retos se le presentaron al intérprete. Por empezar, Sheen ahora siente la obligación de consolar a la gente que tiene la misma enfermedad y prevenir de este mal a quienes están sanos. Tres ex parejas de Sheen salieron a decir que él, en su momento, no les advirtiò que tenía SIDA. Entonces el actor decidió poner en venta tres de sus mansiones para pagar futuras demandas judiciales.

Varias editoriales le ofrecieron cifras millonarias para que el actor escriba su autobiografía, por lo que Sheen escucha y estudia esas propuestas. Luego de la Entrevista salió a la luz que el intérprete había llegado a gastar un millón y medio de dólares en servicios sexuales en el prostíbulo de Heidi Fleiss, la "madam de Hollywood". Desde que contrae la enfermedad hace cuatro años, Sheen ha sido extorsionado para mantener el secreto de su estado de salud,porlo que llegó a pagar 10 millones de dólares, y le seguían pidiendo dinero, fue entonces cuando el actor decidió hacer público su problema, porque esas cifras le estaban afectando su patrimonio neto, y afectaba el dinero que piensa dejarle a sus descendientes.

Charlie Sheen estuvo casado en tres ocasiones y tuvo cinco hijos. Sus dos últimas esposas, las actrices Denise Richards y Brooke Mueller, tuvieron la difícil tarea de salir aclarar a todos los medios de comunicación que ellas y los niños que tuvieron con Sheen no tienen SIDA, ya que si se quedaban calladas el estigma y la duda iban eran peores que hablar.

Un capítulo aparte es la cobertura mediática de este caso, que alcanzó niveles sorprendentes. La revelación de Charlie Sheen sobre su enfermedad opacó hechos graves como el ataque terrorista a Francia o un hecho feliz como lo es la boda de Sofía Vergara con el actor Joe Manganiello, porque una confesión de esa magnitud supera cualquier suceso.