Kim Kardashian domina todas la redes sociales en la actualidad. Facebook, Twitter e Instagram la coronan como la celebridad más popular de nuestro tiempo. Aunque puede haber personalidades con más seguidores que ella en cualquiera de las redes mencionadas, es ella quien más rédito económico le saca. Por ejemplo, el año pasado ella sacó a la venta su propio juego virtual llamado 'Kim Kardashian Hollywood', el cual le reportó ganancias millonarias, y además la hicieron aún más famosa.
Otro hito importante en su carrera es haber llegado a la tapa de la revista Vogue, la biblia de la moda.
Fue portada en las ediciones de Estados Unidos, Brasil, España y Australia. Lo que le permitió que las marcas más prestigiosas se fijaran en ella: Pierre Balmain, Givenchy, Pierre Cardin, entre otras, le pagaron fortunas para que ella prestara su imagen. Es la primera vez que una estrella de reality show llega tan lejos. Su matrimonio con Kanye West le aportó respeto a su impronta porque él goza de una gran reputación.
Kardashian, además, es la personalidad que más cobra por hacer publicidad en su cuenta de Twitter: medio millón de dólares tiene que desembolsar una marca si quiere que ella la nombre. Quien le sigue en esa lista es Cristiano Ronaldo, que le pagan la mitad de esa cifra. Lo curioso de todo esto es que ella no tiene una ocupación específica: no es actriz, ni cantante, ni bailarina.
El producto que ella vende es su propia vida privada, le va fenomenal, y no hay señales de que su éxito se agote.
La última ocurrencia de la modelo fue lanzar su propia línea de emoticones, a los que bautizó como 'Kimoji' y que se puede descargar gratuitamente. Kardashian está presente en todos lados y eso ocurre porque la mediática tiene carisma, sino sería imposible que una figura llegue a tanto.
El precio de su fama es recibir críticas e insultos de gente que no la quiere, pero su cuenta bancaria crece día a día, por lo cual vale la pena continuar el camino que eligió para convertirse en superestrella.