Se reportó oficialmente el primer caso conocido de transmisión sexual del virus zika en el mundo. Sucedió en la ciudad de Dallas, Texas, Estados Unidos. El damnificado se contagió porque mantuvo relaciones sexuales con una persona enferma, durante su estadía en un país donde el virus está presente. Lógicamente, no trascendieron más datos para proteger la identidad del individuo contagiado. Este hecho está confirmado por las autoridades del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Antes se sospechaba que el virus zika podía contagiarse por contacto sexual, era una hipótesis científica para los especialistas, pero ahora es un realidad.
Aunque aclaran que esta forma de transmisión es poco habitual, siendo la picadura del mosquito una vía más importante para la propagación de la enfermedad. El caso estadounidense preocupa a la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque cree que puede reproducirse alrededor del globo. El virus zika está considerado como Emergencia Sanitaria Mundial.
El temible virus está presente en todo el planeta pero la situación es mucho más grave en América Latina. La seriedad del asunto es tal que en varios países de la región sugieren a la mujeres no quedar embarazadas hasta el año 2018 porque el zika produce microcefalia en los bebés. Esto reabre el debate sobre el aborto, una práctica prohibida en esta región, por lo que muchas féminas recurren a este procedimiento quirúrgico en forma clandestina, con tristes consecuencias para su salud.
Las autoridades sanitarias de Latinoamérica se contradicen con la población: por un lado les dice a las mujeres que no tengan hijos, pero la ley les prohíbe abortar. Esa actitud confunde y desorienta a la ciudadanía, que no se siente contenida ante una enfermedad tan grave. Brasil, Colombia, El Salvador, Ecuador, Honduras y Guatemala ya registra centenares de mujeres fallecidas en abortos hechos en condiciones insalubres. Las víctimas recurrieron a este procedimiento a partir de la expansión del zika.