Se levantó la polémica por la iniciativa del gobierno de bajar la imputabilidad de los menores, pero en realidad lo que Argentina necesita aplicar es el castigo a jueces inoperantes y la pena de muertes a asesinos reincidentes.
Desde el caso de Flores, donde un chico de 14 años llamado Brian que paseaba con su abuelo fue asesinado a sangre fría por un menor de 15 años, se despertó la polémica por los menores de 18 años que cometen crímenes libremente y la justicia que no actúa. El martes pasado, un peluquero de la localidad bonaerense de Longchamps mató a un motochorro que intentó entran a robar a su casa armado con una pistola, el peluquero en uso de su legítima defensa le arrebató el arma al ladrón y lo liquidó de un disparo en la cabeza matándolo de forma inmediata.
El problema de la Argentina, es el de los jueces corruptos que aplican la cátedra instalada por el juez Zaffaroni de la “puerta giratoria” que consiste básicamente en, bajo la interpretación y el criterio del juez, se liberan a menores y criminales sin ningún castigo por los crímenes cometidos. El código penal Argentino no contempla hasta ahora penas de cárcel para menores y tampoco contempla castigo para jueces aliados de la delincuencia como Zaffaroni.
Ahora el gobierno de cambiemos en un intento de bajar la delincuencia en las calles y desestimar el impulso de menores de delinquir quieren bajar la imputabilidad de 16 a 14 años para menores que cometan crímenes de gravedad. Sin embargo esto no es una solución si los jueces no aplican las normas vigentes como corresponde.
Con las cárceles sobrepobladas, y delincuentes asesinos y violadores reincidentes en las calles, el ciudadano promedio está a merced de la delincuencia que no tiene represalias alguna por los delitos. Lo que se necesita en Argentina no es bajar la imputabilidad, sino instalar una ley concisa de pena de muerte, que de por finalizado el capítulo de los reincidentes libres que vuelven a matar ya violar.
Sin embargo la hipocresía de la sociedad que se niega a afrontar la delincuencia evitan que este tipo de leyes, urgentemente necesarias sean aplicadas.
Es necesario entonces que el nuevo gobierno de Macri enfrente este tipo de problemáticas y pongan un punto final a la Inseguridad y delincuencia sin límites.